El nacimiento de mis mellizos

Quiero empezar con el día en que nacieron mis pequeños mellizos, Ricardo y Elena, porque aunque la historia empieza antes (ya os lo contaré en futuras entradas), este es el momento donde realmente pasamos de DOS a CUATRO.

Era el día 3 de julio a las 5:10 de la mañana y me despierta mi mujer, dirigiéndose al baño con urgencia. Era el momento que tanto habíamos esperado, Esther había roto aguas. Después de 10 semanas en reposo casi absoluto, los mellizos habían decidido que no querían esperar más y que con 35 semanas y 5 días querían conocer mundo.

Lo primero fue llamar a nuestro ginecólogo para que nos confirmara que estaba pasando lo que nos temíamos y para que se hiciera a la idea de que tenía que irse al hospital un domingo por la mañana. A continuación, llamamos a mi cuñado para que viniera a casa a quedarse con las otras 2 niñas que estaban durmiendo en la casa.

En el coche de camino al hospital, Esther empezó a notar contracciones fuertes y cuando llegamos sobre las 6:10, el médico nos dijo que estaba naciendo el primer bebé. ¡Casi no llegamos! Mientras llegaba la matrona, el anestesista y el resto del equipo, yo estuve haciendo los papeleos de ingreso en el hospital, así que cuando volví con mi mujer, ésta ya se encontraba en el quirófano.

Esther tuvo el tiempo justo para que le pusieran la anestesia epidural y... dos empujones y el primero fuera, 5 minutos después nació la niña. A las 7:00 de la mañana nació Ricardo y a las 7:05, Elena, ambos por parto natural. La madre también está perfectamente.

Pese a que los niños estaban bien, a los dos se los llevaron al nido por unas horas, que al final fueron unos días... pero esto es otra historia.

No puedo decir que sea el día más feliz de mi vida, porque tengo varios días grabados en mi corazón, pero este ha pasado, sin ninguna duda, a formar parte de uno de esos días. ¡Gracias Esther porque tu estás en todos ellos!